Hace una semana que clausuramos el 42º Congreso Confederal y me parece que es tiempo prudencial para realizar una reflexión acerca del mismo y lo que significa.
Un congreso que hemos celebrado en un momento difícil para la UGT: estamos bien en las empresas, donde el Sindicato es fuerte y tiene presencia, pero estamos distanciados de la sociedad.
Ha sido un congreso histórico en muchos sentidos, aunque yo destacaría tres: en primer lugar, por el relevo del que ha sido nuestro secretario general durante veintidós años y de su comisión ejecutiva, gracias a cuyo trabajo hoy el Sindicato es lo que es; segundo, en cuanto a los pasos dados hacia la modernización de las estructuras del Sindicato; y en lo que se refiere a ser más transparentes y a la apertura de la UGT hacia una mayor participación de sus bases en la toma de decisiones que afectan al conjunto de los trabajadores y de las trabajadoras.
Y en ese sentido, y al margen de las resoluciones aprobadas, hay tres compromisos claves para la nueva dirección de UGT:
- -Un compromiso de transparencia. No estábamos preparados para afrontar los problemas a los que se ha tenido que enfrentar el Sindicato en estos últimos años. Por eso vamos a poner las medidas y las herramientas para evitar situaciones como la del pasado reciente. Por ejemplo, vamos a publicitar todos los convenios que UGT firme con las administraciones públicas, para que la ciudadanía conozca que finalidad tienen, con qué recursos cuenta, que plantilla es contratada para esos fines, etc.
- -Compromiso de transparencia en la gestión y también de participación. Cualquier acuerdo importante y transcendente que vaya a firmar este Sindicato, antes de ser analizado por el Comité Confederal para su ratificación, será consultado a nuestros delegados y delegadas para conocer su opinión al respecto. Esto supondrá un esfuerzo de explicación por parte de la organización, pero nos permitirá estar aún más en contacto con nuestras bases. Tenemos que movilizarnos para explicar qué negociamos y qué compromisos adquirimos.
Y en ese camino de transparencia y participación queremos poner en marcha conferencias en las que participen nuestros delegadas y delegados, que nos permitan recabar nuevas ideas y, a la vez, transmitir a la sociedad las propuestas de UGT.
- -Un compromiso de reducción de nuestras estructuras. El Sindicato tiene que adelgazar por arriba para drenar recursos hacia abajo, donde se hace la acción sindical más cercana a las trabajadoras y trabajadores.
No queremos que se hable de nosotros por cuestiones de carácter interno, sino por lo que somos y por lo que hacemos. Ese es el objetivo de todos estos cambios. Son los pilares para construir entre todos un sindicato aún más democrático y más transparente, y también para recuperar la credibilidad perdida ante toda la sociedad.
Todos estos cambios y muchas otras propuestas aprobadas por nuestro 42º Congreso pretenden conseguir que UGT defienda aún mejor los intereses y derechos de los trabajadores y trabajadoras, como, por ejemplo, al exigir al Gobierno y los partidos políticos la derogación de la Reforma Laboral y la restitución de los derechos perdidos, al denunciar y pedir soluciones para los parados de larga duración, para los desempleados mayores de 55 años que van a ver mermadas sus pensiones, para los jóvenes parados, con medidas como la recuperación del contrato relevo y la jubilación parcial, entre otras muchas cuestiones.
Pero este congreso también ha sido intenso, más allá del resultado ajustado con el que ha sido elegida esta nueva Comisión Ejecutiva Confederal. Esta cuestión puede verse desde una perspectiva negativa o positiva. Yo prefiero verla desde ésta última óptica, como muestra de pluralidad, de que somos una organización profundamente democrática.
Valoro muy positivamente este proceso. Hemos discutido, dialogado, confrontado ideas, muchas en común, más de las que salían a relucir públicamente. Estoy seguro que cuento con el respaldo de todos mis compañeros y compañeras del Sindicato, hayan o no apoyado mi candidatura con sus votos. Igual que ellos saben que cuentan con mi mano tendida para participar activamente de este proyecto.
Por eso estoy convencido de que vamos a seguir trabajando en común para lograr nuestras metas, nuestros objetivos, que no son otros que conseguir que el Sindicato sea una herramienta cada día más eficaz al servicio de los trabajadores. El siglo XXI nos lo pide y nuestros compañeros y compañeras en las empresas también, al igual que nuestros afiliados y afiliadas y el conjunto de la sociedad.