Las trabajadoras y trabajadores de autobuses de Zaragoza llevan desde el 10 de diciembre en huelga, con un seguimiento a día de hoy del 96% en los conductores y 100% en los talleres. El conflicto se empieza a generar en verano de 2013 cuando la empresa AVANZA (propiedad de la multinacional Mexicana ADO) se hace por un precio un 4% inferior al pedido por el ayuntamiento con la contrata del servicio de bus de la capital de la Aragón. En octubre del mismo año despide a 153 personas y reduce los sueldos un 4%.
El Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT) sindicato combativo mayoritario a la plantilla, lidera una lucha que acaba con la readmisión de la totalidad de las personas despedidas. Aún así la empresa reduce el servicio de bus (medidas que en parte son revertidas por la lucha conjunta del movimiento vecinal y la plantilla), mantiene el sueldo congelado con el 4% de recorte y acumula 33.000 horas extras (unos 20 trabajadores nuevos) a pesar de las denuncias y multas de la inspección de trabajo.
La empresa multinacional ADO propietaria de AVANZA que a la vez posee AUZSA basa su recorte en la aplicación de la última reforma laboral que permite no cumplir el convenio si se prevén pérdidas. Y las pérdidas previstas provienen de la oferta a la baja por la contrata que hizo la misma empresa. Por eso el conjunto de la plantilla pide tanto que se respete el convenio como la remunicipalización del servicio. De hecho Zaragoza en Común, que actualmente gobierna la ciudad traía este unto en su programa y podría perfectamente comenzar el proceso de municipalización dado que la empresa incumple la práctica totalidad de las cláusulas sociales incluidas al pliego de condiciones.
Los trabajadores y trabajadoras tienen una cooperativa llamada SCUT (Sociedad de Cooperativa Urbana de transportes). Mediante la misma se presentaron a la licitación de 2013 pero la cooperativa quedó excluida al incluir el ayuntamiento (entonces liderado por el ex-ministro socialista Juan Alberto Belloch) una cláusula que obligaba a la empresa que ganara la licitación a transformarse en sociedad anónima.
Este conflicto es paradigmático, una empresa ofrecida a la baja para gestionar un servicio público privatizado. Para mantener su beneficio empeora el servicio y las condiciones laborales. Por otro lado, una de las denominadas fuerzas de la política gana las elecciones y tiene la oportunidad de aplicar su programa (Zaragoza En común prometió remunicipalizar el servicio) dado que la empresa no cumple las condiciones y por último, también se demuestra que la reforma laboral al ser aplicada permitió despedir a 153 personas.
La lucha de las trabajadoras y trabajadores de AUZSA es la nuestra, la precarización y el deterioro de los servicios públicos privatizados es norma habitual en muchas ciudades. En Barcelona en breve empezará la lucha en el metro. Dar apoyo a la plantilla de AUZASA fortalece las luchas allí y aquí. Apoyémosles enviad mensajes de apoyo:
CAJA DE RESISTENCIA SE88 3035 031 6613160009380 (Caja Laboral)
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